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Lejos del árbol. Historia de padres e hijos que han aprendido a quererse


Lejos del Árbol: Historias de Padres e Hijos que Han Aprendido a Quererse. Madrid: Debate, 2014.

Lejos del Árbol: Historias de Padres e Hijos que Han Aprendido a Quererse. Madrid: Debate, 2014. Read an excerpt

por Dwight Garner

Hay un viejo dicho, que yo consideraba básicamente cierto, que dice que uno solo es tan feliz como el menos feliz de sus hijos. Andrew Solomon no menciona esta observación en su complejo, voluminoso y valiente último libro Lejos del árbol: Historias de padres e hijos que han aprendido a quererse, pero cuestiona su premisa. La zarandea hasta que nuestras ideas acerca de lo que es la felicidad y la normalidad ceden, se dispersan y se reordenan radicalmente.

El libro de Solomon trata de un tipo de diversidad desgarradora. Nos presenta a familias que se enfrentan a la sordera, el enanismo, el síndrome de Down, el autismo, la esquizofrenia y, en ocasiones, a múltiples discapacidades extremas. Escribe sobre víctimas de violaciones que se han quedado con sus hijos, sobre progenitores de criminales y sobre hijos transexuales. Da testimonio de un brillante enigma: cómo muchas de estas familias “han llegado a dar las gracias por experiencias que habrían hecho cualquier cosa por evitar”.

Es difícil resumir el vasto contenido de Lejos del árbol. De hecho, el autor ha necesitado cerca de 1.000 páginas para presentar sus ideas. Ha entrevistado a más de 300 familias. Ha embutido en un solo libro lo que podrían haber sido 10 o 12. En ocasiones su tortuoso volumen puso a prueba mi paciencia, pero mi respeto por él rara vez vaciló. A Solomon se le conoce por ser el autor de El demonio de la depresión, que obtuvo el Premio Nacional del Libro en 2001. Se refiere a su propia identidad, en función de esa obra, como “un historiador de la tristeza”. Es homosexual, además de una persona adinerada y bien relacionada. Su padre es consejero delegado de la empresa farmacéutica Forest Laboratories.

…Entre las revelaciones determinantes y en gran medida originales de este libro es posible escudriñar las profundas características que estos grupos tienen en común. Los progenitores de los niños que se encuentren en una de esas categorías sin duda aprenderán muchísimo de los padres que conocerán en otros capítulos. Lejos del árbol termina con una revelación personal de Solomon que no voy a desvelar, pero que cierra el círculo de este importante y absorbente libro. Refiriéndose a muchas de sus inesperadamente felices historias, así como a la suya propia, el autor dice que “al final, resulta que el camino menos transitado conduce prácticamente al mismo lugar”. Ese lugar es la felicidad de la humanidad.

(To read the full review, please visit El Cultural.)